sábado, 23 de julio de 2011

Aún...

Aún si las mareas cesaran de subir y bajar
Aún si el Sol saliera por el Oeste
Nunca sucederá que las oraciones
De un devoto del Sutra del Loto
Dejaran de ser respondidas...


(Gosho-sobre la oración)


¿Quien era Nichiren Daishonin ?

Desde que tenía doce años, Nichiren, hijo de un pescador, comenzó a estudiar los sutras, decidido a convertirse en “el hombre más sabio de todo Japón”. Nacido el 16 de febrero de 1222, vivió en una era de gran fermento religioso y conflicto político, en la que los señores feudales luchaban por obtener el poder y Japón estaba gobernado por los shogun. En esa época, el país padecía plagas, inestabilidad política, terremotos y la amenaza inminente de la invasión de los mongoles. A los dieciséis años, Nichiren fue ordenado como monje y emprendió un serio estudio comparado de las enseñanzas budistas -aparentemente contradictorias entre sí-, particularmente aquéllas de la secta Tendai, basadas en las enseñanzas del sabio chino T’ien T’ai ya mencionado. Nichiren también examinó las enseñanzas de la Tierra Pura y del Zen, que se habían difundido rápidamente durante el período de conflicto social que siguió a la decadencia de la aristocracia imperial y el surgimiento de la clase samurai. Las enseñanzas de la Tierra Pura (Nembutsu) se habían vuelto muy populares entre las personas comunes, mientras que el Zen era practicado por la clase samurai. Nichiren, no obstante, comprendió claramente que la mayoría de las personas seguían sin entrar en contacto con su naturaleza de Buda inherente y que, a pesar de aceptar esta idea en principio, carecían de la clave necesaria para activarla en sus vidas cotidianas.
Si bien Nichiren reconoció el gran logro de T’ien T’ai en clasificar los sutras y, en particular, en establecer como supremo al Sutra del Loto, se dio cuenta de que los métodos de meditación prescritos estaban más allá del alcance de las personas comunes. También notó que las vidas de los sacerdotes que se podían observar de las distintas sectas, desde los templos de Kioto hasta los monasterios del Monte Hiei, dejaban mucho que desear: eran corruptos, se habían degradado en su búsqueda de la fama y del beneficio personal y, eventualmente, buscaban el poder político y, por tanto, se habían alejado del pueblo. ¡No era de sorprender, entonces, que el budismo fuera incapaz de ayudar a las personas en encontrar la felicidad en sus vidas diarias!
El 28 de abril de 1253, Nichiren proclamó por primera vez Nam-myoho-renge-kyo como la única ley verdadera, oculta en las profundidades del Sutra del Loto. Visto desde un punto de vista formal, utilizó Myoho-renge-kyo (la forma japonesa de leer los caracteres del título del Sutra del Loto según la traducción de Kumarajiva del sánscrito al chino) para expresar el concepto de iluminación, añadiéndole el prefijo nam, que significa “devocionar a”. Pero desde una perspectiva más profunda, lo que Nichiren hizo fue hacer accesible a todas las personas la iluminación que había logrado Shakyamuni. Esto constituyó un avance enorme en la historia del budismo, además del comienzo de una revolución en el concepto mismo de la religión.
El budismo de Nichiren no requiere del renunciamiento o supresión de los deseos humanos. Esto representó un cambio fundamental de perspectiva frente a otras sectas, que seguían insistiendo en la extinción de los deseos mundanos para poder lograr una más alta sabiduría. Nichiren afirmó que la fuente de todo deseo es la vida misma; mientras existe la vida, instintivamente deseamos vivir, tener amor, buscar beneficios, etc. Debido a que el deseo surge del fondo más profundo de la vida, éste es virtualmente indestructible. Aún la búsqueda de la iluminación constituye una clase de deseo.
La civilización ha avanzado debido a los instintos y deseos de hombres y mujeres. La búsqueda de la riqueza ha producido crecimiento económico. La voluntad de desafiar al frío invierno llevó al desarrollo de las ciencias naturales. El amor, un deseo humano básico, inspiró la literatura.
No sólo podemos concretar nuestros deseos a medida que cambiamos desde nuestro interior, sino que también los deseos mismos se transforman, se purifican y se vuelven más elevados. Y estos deseos nuestros funcionan como combustible, impulsándonos hacia nuestra iluminación. Los seguidores de Nichiren invocan día y noche por sus deseos personales así como también por su propia iluminación y la paz de mundo. Este proceso de revolución humana -la transformación de los deseos- se encuentra íntimamente ligado a la transformación del medio ambiente. Los budistas trabajan incansablemente para traer paz y armonía a sus trabajos, familias y comunidades, mientras se esfuerzan tenazmente por manifestar la ley universal en su propio interior. No es necesario ir hasta la cima de una montaña: los practicantes del budismo escalan la montaña de la iluminación a través de su práctica realizada en sus propios hogares y lugares donde viven y actúan como personas comunes.
La práctica del budismo de Nichiren Daishonin dista mucho de ser una forma pasiva de meditación, sino que, en cambio, constituye la expresión dinámica de la mente y el espíritu. Los resultados se manifiestan en la propia vida de maneras tanto sutiles como también muy evidentes. En muchas formas de meditación, se hace difícil discernir si se está meditando correctamente o no, fácilmente se pierde el enfoque en la respiración, o el mantra utilizado. La mente puede distraerse fácilmente debido a las preocupaciones, fantasías y otro sinnúmero de pensamientos. En contraste, Nam-myoho-renge-kyo es un ritmo fuerte y poderoso que rápidamente se establece en nuestras vidas.
Puede resultar extraño al comienzo, pero es algo indudablemente concreto. Cualquiera puede comprobarlo y llevarlo a la práctica. Y cuando uno lo ha hecho, ya ha dado un paso significativo en el camino hacia la iluminación.

miércoles, 20 de julio de 2011

¿Quién era Sakiamuni?

El Budismo es el nombre que se le da a las enseñanzas de un Buda. Buda es la palabra sánscrita que quiere decir "El Iluminado", un ser humano que ha despertado a la verdad de la vida y del universo.

Contrario a la mayoría de las religiones, el Budismo no hace alardes de una revelación divina. Comenzó con un hombre, quién, a través de sus propios esfuerzos, descubrió la realidad fundamental dentro de sí mismo y enseñó que cualquiera podría hacer lo mismo. En este sentido el Budismo no solamente se refiere a la enseñanza de un Buda, sino a la enseñanza que permite a las personas convertirse en Budas.

Históricamente, el Budismo comenzó en el norte de la India con un hombre llamado Sakyamuni o Sidarta Gautama, quien hoy día se estima que vivió hace aproximadamente 3,000 años. Sakyamuni nació como príncipe heredero de un pequeño reino, disfrutó de todas las ventajas que la riqueza y su estado social, pero siendo aún joven se preocupó por el problema del sufrimiento humano. Se dió cuenta que todas las personas, ya fuesen ricas o pobres, de alta o baja alcurnia, experimentaban ciertos pesares ineludibles, los cuales caracterizó como los cuatro sufrimientos de nacer, envejecer, enfermar, y morir. Las personas nacen en un mundo en el cual no pueden evitar confrontarse al dolor y a la frustración, sufren los dolores y la humillación que provienen de la enfermedad y los remordimientos de envejecer y por el temor que emana del presentimiento de su propia mortalidad. De modo fundamental, los cuatro sufrimientos universales señalan hacia lo que el Budismo llama la Ley de la Inpermanencia. Todas las cosas cambian constantemente... nada permanece igual ni siquiera por un momento. Aún cuando era joven, Sakyamuni veia que la gente sufría en este mundo porque basaban su felicidad en cosas como la riqueza, el poder, el nivel social o el amor, los cuales, por su propia naturaleza están destinados a cambiar. Eventualmente, renunció a su derecho de ocupar el trono y asumió una vida religiosa en busca de una respuesta a este dilema sobre la condición humana.

Después de practicar las austeridades por muchos años, se sentó a meditar bajo un árbol de bodhi y alcanzó la iluminación, tornandose así en el Buda. El Budismo, al igual que otras religiones de importancia, persigue liberar al hombre de los sufrimientos de su estado finito, uniéndolo a la verdad fundamental o a la realidad absoluta. Pero, contrario a las religiones occidentales que tienden a personificar a la verdad como Dios, un poder externo mucho más elevado que la persona, del cual se puede depender, el Budismo la considera como la médula de nuestra propia vida. En vez de buscar para lograr un reino más alto, el Budismo dirige al hombre a encontrar lo absoluto dentro de sí mismo. De esta forma, el ser humano es el foco central del Budismo, el cual lo presenta como el depositario de todos los potenciales.

La Ley a la cual despertó Sakyamuni no fue creada por él ni por otra persona, pero es eterna y es la realidad fundamental que existe dentro de las vidas de todas las personas. En esta forma, el Budismo sostiene que todas las personas por igual poseén lo absoluto dentro de ellas mismas y son igualmente capaces de convertirse en Budas. De esta manera, proporciona una base para la igualdad de todas las personas e insiste en el respeto absoluto por la santidad de la vida humana. Vale la pena notar que el Budismo nunca ha sido propagado por la espada ni ha sido utilizado como una justificación para la guerra u otras atrocidades. Entre todas la enseñanzas de Sakyamuni, los que practican el Mahayana han venerado en particular, al Sutra del Loto, que sostiene que todas las personas tienen la naturaleza de Buda y pueden convertirse en Budas tal cual son. El Sutra del Loto decíase que abarcaba a todas las verdades dentro de sí, al igual que un rayo de luz blanca que contiene todos los colores del arco iris. En la China, formó la base de la escuela de T'ien-t'ai, la cual se convirtió en una corriente dominante del Budismo, tanto en la China como en el Japón. Sin embargo, a pesar de que el Sutra del Loto proclama la posibilidad de la iluminación universal, la mayoría de las formas de práctica budista eran tan arduas y consumían tanto tiempo, que solo una pequeña élite podía llevarlas a cab...o. Luego, en el Japón del Siglo Trece, un reformista religioso llamado Nichiren Daishonin apareció, quién no solamente aclaró las enseñanzas del Budismo que habían sido distorsionadas, sino que estableció un medio universal factible para su práctica. Después de su profundo estudio de todos los sutras y sus comentarios, llegó a la conclusión de que el Sutra del Loto era la enseñanza más elevada de Sakyauni y que su título, Myojo-Renge-Kyo, contenía la verdad esencial, no sólo de la totalidad del sutra, sino también de todo el Budismo. Él incorporó esta esencia en la invocación Nam-myojo-renge-kyo, el cuál entonó .

domingo, 3 de julio de 2011

Pensamientos

El hecho que todos los discípulos y creyentes de Nichiren invoquen Nam myojo rengue kyo en unión perfecta, dejando de lado toda diferencia entre ellos, hasta convertirse en inseparables como el pez y el agua en que nada, es la transmisión directa de la esencia de la vida (Soyo Ichidaichi Kechimiaku), y aquí yace el objetivo de la propagación de Nichiren. Cuando ustedes están unidos así, incluso el gran deseo del Kosen Rufu puede cumplirse sin falta". Gosho.
una paloma blanca 


No puedes evitar que el pájaro de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero sí puedes evitar que anide en tu cabellera.


Proverbio chino

Gracias Selene...

Dedicado a mi amiga y mentora Selene, que es quien me enseño lo que significa esta maravilla llamada Budismo con amor y agradecimiento...


 

Quiero empezar contando mi experiencia personal.
Un buen día cayó en mis manos  un diario del Soka Gakkai International, lo leí y de pronto sentí la necesidad de llamar por teléfono para que me informaran más de lo que estaba viendo y que ejerció en mi una profunda curiosidad al punto de conmoverme, en el SGI me atendió por teléfono un personaje muy lindo, budista el... que con mucha amabilidad conversó conmigo, me explicó algunas cosas y apuntó mis datos - " Ya la llamaran, me dijo" - luego de la amena charla, corté y a los 5 min había olvidado el tema. Pasaba yo en esos momentos una situación de salud de mi madre bastante difícil, también me sentía un poco agobiada por problemas de familia, como le sucede, supongo a todo el mundo.Pasaron unos pocos días y un buen día recibí una llamada, era una Señora muy amable que me llamaba de parte del SGI , en ese momento muchos sentimientos encontrados me invadían y no encontraba consuelo en nada, hasta que Dios puso en mi camino a Selene... un ser de luz, que me enseño a entender un monton de incógnitas que en mi cabeza hacian un eco constante....y esta frase... ayudó  mucho...a pesar de ser catolica creo mucho en la Fé y siempre "adopto" las cosas que me hacen bien de la gente que me rodea, y en ese momento la compañia, las palabras de Selene fueron muy positivas para mi .Es por eso que tengo ganas de  contarle a todos ustedes, como una ráfaga de energía positiva me envuelve para poder hablarlo. Ahi va la explicacion teórica del significado de la oración.
 Nam Myoho Renge Kyó
Recitarlo (en voz alta o para sí mismo) de modo repetido es la principal recomendación para equilibrar el estado interior de cualquier persona siendo esa acción una “causa”, cuyo “efecto” ya será visto oportunamente junto a la manifestación en su entorno.Los practicantes budistas dicen que esta práctica continua es capaz de despertar el sentido de budeidad el cual se percibe como un incremento natural de energía, vitalidad, valor, sabiduría, paz y compasión.
El señor Nichiren facilitó dicha frase como un método sencillo para que todas las personas pudiesen tener la oportunidad de conformar sus vidas con la ley de la vida o Dharma.
 (Toda “causa” conlleva su “efecto” y la connotación de estos forja nuestro destino, sólo nosotros lo hacemos o permitimos).
Hace poco empecé a asistir a las reuniones, leo mucho y hablo con mi amiga y mentora Selene y la verdad es que me siento renacer, recuperar mi esencia que por distintas situaciones creia que "habia perdido".. y acá estoy plasmando todo lo que siento y pienso y compartiéndolo con cada unoformalmente a participar de esta poderosa oración.
Y es asi mis queridos amigos, la vida es un causa-efecto constante, depende cien por ciento de la actitud que le pongamos a cada situacion! un abrazo y un fuerte  Nam Myoho Renge Kyó para todos!


Los abrazo sobre mi corazón.

Pensamientos positivos


No hay ninguna buena razón para seguir posponiendo la búsqueda de aquellas cosas que más sinceramente deseas. El verdadero deseo es posible sólo cuando los medios para alcanzarlo están a tu alcance. ¿Como podrías desear algo verdaderamente a menos que, en algún lugar, supieses con certeza que es factible para ti? Y, sabiéndolo, cómo podrías ignorar tan apremiante certeza? Tus mayores y mejores deseos forman parte de las más preciosas ofrendas que tienes para dar al mundo. Siguiendo esos verdaderos deseos, contribuyes con la vida de una manera que sólo tú puedes. Comprender y perseguir tus más preciados deseos no es, de ninguna manera, egoísta. De hecho, lo que sería egoísta sería ignorar esos deseos y privar al mundo de lo mejor que tienes para dar.Comienza hoy mismo a caminar hacia lo mejor de tus deseos, y en el proceso vivirás plenamente lo mejor de tus posibilidades
      
 
"Si cambia el corazón, cambia la acción;
si cambia la acción, cambia el medio ambiente,
si cambia el medio ambiente, cambia la personalidad
si cambia la personalidad, cambia la vida cotidiana.
Si hay rectitud, habrá belleza en el corazón;
Si hay belleza en el corazón, habrá armonia de hogar;
Si hay armonia de hogar, habrá orden en la nación,
Si hay orden en la nación, habrá paz en el mundo;
Depende de mí"

Daisaku Ikeda

sábado, 2 de julio de 2011

Las 4 estaciones


Las 4 estaciones viven en mi corazón
Cuando estoy feliz vivo una eterna Primavera con flores de mil colores
Cuando estoy agotada el calor del Verano me impide respirar
Cuando estoy triste el Otoño con sus hojas cayendo acompañan mis lágrimas
El Invierno solo me inspira escribir al calor de una chimenea
Pensar, sentir, desear e invernar


Filosofía de vida...


NAM MYOHO RENGUE KYO
Es la Ley Verdadera o la Ley Mística resumida por Nichiren Daishonin y representa la esencia del Sutra del Loto. Más adelante describiremos este mantra de manera más extensa dado que sus palabras ameritan un cuidadoso estudio para su mejor comprensión.El Sutra del Loto es la más profunda de todas las enseñanzas budistas, nos invita a desafiar con coraje la verdadera entidad de nuestra vida para extraer la condición innata de budeidad que poseemos en nuestro verdadero yo, en otras palabras, una invitación a adherirnos a nuestros valores más elevados, buscando la autorrealización, desarrollando nuestro pleno potencial y trascendiendo hacia nuestro prójimo y la comunidad entera. Dicho de otra forma, NAM MYOHO RENGUE KYO, la Ley Mística, es el camino hacia la budeidad (la iluminación).


De esta forma NAM MYOHO RENGUE KYO significaría:
NAM: la leal devoción a aprender y realizar...
MYO: la esencia de la existencia, la percepción iluminada de la realidad o budeidad a través de las...
HO: manifestaciones sensoriales de la vida a medida en que actuamos en los primeros nueve mundos...
RENGUE: de modo que produzcan efectos buenos y valiosos para nosotros y para toda la humanidad...
KYO: escuchando las enseñanzas del Buda que nos guía en el pasado, presente y futuro.



NAM: soy Devoto
MYOHO: de la Ley Mística
RENGUE: del Sutra del Loto
KYO: Mediante mi voz.